No quiere ser una don nadie,
Gotita de leche con sabor a lejía,
sino la egocéntrica reina del baile.
Cápsula de energía embotellada,
arrogante y altiva en su discurso,
entre flashes y halagos malcriada.
Oh, ridícula Gotita de leche
que ingenua pensó sería alguien
y ahora en sus labios llora demente.
Photo by Harold Edgerton