miércoles, 12 de septiembre de 2007

A modo de presentación



Soy el Alfa y el Omega
de mi propia destrucción.
La estúpida sombra
de un engendro sin compasión.

Soy el hermano egoísta
de la moral cristiana.
Una cuña de plata
donde los sueños resbalan.

Soy la ponzoña sangrante
en la mente del asesino.
Un corrosivo esputo
en el centro del raciocinio.

15 comentarios:

Eva B. dijo...

Detrás de ese poema de presentación, te comes a tus amigos con patatas :)

Velocet dijo...

Sí! Riquísimossssss! ^^

Anónimo dijo...

El estruendo de las noches sin calma nos dejan así, como pálidos sonrientes ante el delirio de nuestra muerte.

Anónimo dijo...

Prefiero besar esta noche tus palabras, que estén cálidas esperando mis sollozos, pero que no muerdan mis pensamientos sus locuras, que vomiten mis sentimientos tu dolor.

Anónimo dijo...

Buenas noches, Sastre de la Niebla.

Velocet dijo...

Anónimo, desde mi regocijo intrigado yo te maldigo.

Anónimo dijo...

Debí haber esperado la maldición desde el día que me abrí en este lado de la vida. Mas, yo respondo de mis manos calladas...

Velocet dijo...

Málditos anónimos, acabaréis conmigo :(

Anónimo dijo...

No sigas maldiciéndome con tus temores. En lo mínimo del criterio de mi ausencia que ahora ves, aún en el vacío, jamás te acabaré. Tu inefable existencia me exulta.
Cierra tus vacíos y déjalos a mi deriva; serán mi huésped esta noche. Yo los acariciaré...

Velocet dijo...

Sí, sigo haciéndolo. Y cada vez que te vea o intuya por aquí lo haré y lo haré. Porque, por un lado, siento que te conozco pero, por otro, las marcas del arañazo de tu estilo (aunque brevemente paladeado) resultan completamente nuevas para mí... ¬¬

Anónimo dijo...

[Pensaba en el intento de escribir]
La suspicacia de tus palabras salvaron las mías del abismo inicuo de la desesperanza, y otra vez vuelvo a caer, es la depresión, el deseo que llama. Busca mi intolerancia como arde entre la oscuridad dejabo del alma.
Es allí donde quiero llegar.

Velocet dijo...

Oiga, quiero más.

Anónimo dijo...

Me encanta esa sed con la que imploras, oh sí, no sabes qué bien me hace sentirla. Ya estás empezando a acariciar mis añoranzas, tal vez así todo se vuelva más inefable aún y concluyamos en la desesperación imborrable de nuestra memoria, de aquello que nos penetró hasta los huesos y que aún no nos hace morir. Que no nos llegue la muerte todavía, que se ausente esta noche y me deje un silencio al costado de tu voz.
Perturbador, me acaecen ahora los pitos en la conciencia.
Pero no, en eso no somos iguales.
Te abrigaré con un par de suspiros.
Eso quiero.

Anónimo dijo...

Creo haberte dicho que resultas anónimamente delicios@ e intrigante. Sólo hay una pequeña pega, y es que ando en desventaja. Pues yo aquí me abro en canal y dejo que floten mis tripas en este espacio. Y tú conoces. Pero yo... yo no puedo ver, sólo intuir. Aún así, me gusta.

Murmullo cucarachas dijo...

Y hasta aqui hemos llegado... del fin hacia el inicio...

Y entre copla y copla de las tuyas... una lectura al Lorca que tienes a la derecha..pa coger aire..

si señor... con dos cojones..!!!

ahora mismito me preparo un sirbete de esosssss...

saludos...